Las conocidas como «apariciones en carretera» son un fenómeno (presumiblemente) paranormal, en el que los conductores afirman ver «aparecidos» mientras conducen, principalmente de noche y en los arcenes (y sus cercanías). La cantidad de testimonios al respecto de dichas apariciones es muy grande, seguramente algunos de los casos pueden atribuirse al cansancio que muchos conductores soportan en sus viajes o a reflejos provocados por las luces de los propios vehículos al conducir por la noche y en zonas poco iluminadas. El aspecto de los supuestos aparecidos varía mucho según los testimonios pero la extrañeza y lo insólito prevalece, siendo descritas en ocasiones personas vestidas con ropajes atemporales, con sombreros de ala ancha e incluso monjes y otros «ensotanados». A veces los testigos también afirman que las apariciones carecen de pies y que aparentemente flotan sobre el suelo, algo que parece relativamente común en apariciones de fantasmas y espectros. Aunque en algunas ocasiones las extrañas figuras no realizan ningún movimiento, manteniéndose inmóviles, otras veces interactúan con los testigos, ya sea realizando gestos, aparentemente para que el conductor reduzca de velocidad e incluso hablando e interactuando (a veces moviendo los labios sin emitir sonido alguno). En ocasiones, estas apariciones dejan supuestos mensajes proféticos como en lo ocurrido a principios de 1977 en las afueras de Milán, donde al menos 12 conductores aseguraron haber recogido en su vehículo a una monja que antes de desaparecer misteriosamente anunciaba al conductor del peligro y la destrucción que sufriría la ciudad de Milán por un devastador terremoto que tendría lugar el 27 de Febrero de ese año. Finalmente, tal desastre nunca ocurrió. Otro caso referente a apariciones en carretera que supuestamente profetizan sucesos próximos ocurrió en 1979 en Little Rock (Arkansas, Estados Unidos), en esta ocasión distintos automovilistas aseguraron durante un periodo de un año haber recogido a un «hombre joven, bien vestido y presentable» que antes de desaparecer sin previo aviso y con el coche en movimiento, confiaba detalles a su anfitrión sobre la Segunda Venida de Cristo.

En 1942 los folcloristas estadounidenses Richard Beardsley y Rosalie Hankey realizaron un trabajo sobre este tipo de extraños encuentros en carretera y a raíz de 79 relatos y testimonios recogidos al respecto, encontraron cuatro versiones distintas a lo que ellos se refirieron como el «autoestopista fantasma»:

  • Historias donde el autoestopista da una dirección a través de la cual el conductor se entera de que acaba de recoger en su vehículo a un fantasma o persona ya fallecida.
  • Historias donde el autoestopista es una anciana que profetiza un desastre o el final de la Segunda Guerra Mundial; investigaciones posteriores revelan asimismo que dicha anciana estaba fallecida en el momento de su «aparición».
  • Historias donde se encontraba una muchacha en algún lugar de entretenimiento y no en una carretera camino, la chica desaparece repentinamente pero deja alguna señal (a menudo el abrigo que pidió prestado a los automovilistas) en su tumba a modo de corroborar la experiencia y su identidad.
  • Historias donde el autoestopista se identificó más tarde como una divinidad local.

Dama de la curva

Ya en España, uno de los casos más famosos es el descrito por varios testigos y desde hace muchos años respecto a las apariciones de la denominada como «dama de la curva», y en un caso concreto como es el de la Dama de la Cruz Verde. Se cuenta que en el Puerto de la Cruz Verde (Sierra de Guadarrama, Madrid) se ha visto numerosas veces a una joven autoestopista que, una vez que se la recoge, en el interior del coche, al acercarse a una curva, empieza a gritar al conductor que tenga mucho cuidado, pues ahí se mató. Dicho esto, la mujer desaparece repentinamente y no se vuelve a saber de ella. En este punto cabe destacar que en la carretera A-6 (Madrid – A Coruña), han habido varios avistamientos de la «dama de la curva», principalmente en un tramo que se extiende desde Pozuelo de Alarcón a Collado Villalba, ambos municipios pertenecientes a la Comunidad de Madrid.

Otro caso estremecedor de apariciones en la carretera sucede en la vía que pasa al lado del tristemente famoso Camping de los Alfaques (ubicado a 3 kilómetros de San Carlos de la Rápita, Tarragona). En este lugar, el 11 de Julio de 1978 se produjo un terrible accidente en el que un camión cargado con 25 toneladas de propileno licuado explosionó de forma terrible. La colosal bola de fuego provocada causó la muerte de 243 personas (algunos de ellos totalmente carbonizados) y más de 300 heridos, aparte de la destrucción de la práctica totalidad del camping. Años después, un gran número personas asegura haber visto por esa misma zona a familias enteras caminando por la carretera, muchos de ellos niños, personas vestidas con ropas veraniegas y de ir a la playa, aun siendo invierno y certificándose posteriormente que no había nadie real registrado en el camping. Muchos conductores aseguran a su vez haber visto en dicha zona figuras fugaces con aspecto de niño que cruzan a toda prisa la carretera, desapareciendo posteriormente sin dejar rastro. Igualmente, multitud de testimonios indican que en la antigua zona de bungalows que fue arrasada por la bola de fuego, se producen extrañas apariciones de carácter paranormal.

Otro caso más moderno parece que tiene lugar en la Comarcal 101 a la altura Jadraque (Guadalajara), algunos testigos afirman haber visto sombras y figuras humanoides cerca del arcén de la calzada a raíz de un brutal accidente que tuvo lugar en dicho punto en Julio del 2011. Un caso más reciente que data de Noviembre de 2013 ocurrió en la carretera A-451 que une Lora del Río con Carmona (Sevilla). Diversos testigos aseguran haber visto en esa zona unas piernas largas y negras («sin la parte de arriba») cruzando la calzada de derecha a izquierda. El lugar es solitario y de difícil acceso pero, sobre todo, peligroso por el numeroso tráfico y la multitud de curvas con escasa visibilidad, habiéndose producido varios accidentes mortales en dicho tramo. A raíz de los numerosos testimonios al respecto, incluso un periódico local se hizo esto de estos extraños fenómenos. El programa Cuarto Milenio investigó este caso, descubriendo además que en esa misma zona hay un canal que fue construido por los presos de una cárcel de la época de la Guerra Civil.

Recientemente se han producido una serie de casos en los aledaños del túnel de Caldas de Besaya (Cantabria), lugar en el que ha habido varios accidentes mortales de tráfico. Los testigos afirman que una figura ensotanada, al estilo de los monjes, se aparece sin previo aviso y de forma repentina en las inmediaciones del túnel, con el consecuente peligro para los vehículos. Se da la circunstancia además de que en dicha zona encontramos un monasterio en el que en 1936 durante la Guerra Civil, varios monjes fueron represaliados por milicianos al tirarlos por un acantilado.

Las apariciones en carretera no se ciñen únicamente a lo que podríamos calificar como apariciones de fantasmas o espectros. No son pocos los testimonios de personas que afirman haber visto figuras de humanoides en la carretera, figuras mucho más propias de la ufología y calificadas en ocasiones como supuestos extraterrestres. A este respecto, se han avistado sombras de más de dos metros de alto caminando por el arcén o flotando en horizontal y cruzando por la carretera hasta desaparecer repentinamente. En Europa, normalmente este tipo de apariciones se relacionan con fantasmas por el contexto cultural, sin embargo, en otras zonas, esta clase de hechos son relacionados con brujas, demonios o hadas. Si bien es cierto que a lo largo del globo se acumulan este tipo de historias y testimonios, ya sea en España o en lugares tan alejados entre sí como Estados Unidos, Gran Bretaña o Malasia, por poner solamente unos cuantos ejemplos. Aunque algunas de las visiones de estos hechos son vagas e incluso contradictorias (como las diversas versiones del relato de la «dama de la curva»), no es menos cierto que la ingente cantidad de testimonios nos lleva a afirmar que estas apariciones realmente suceden, eso sí, desconociéndose su origen y siendo quizá el tenue reflejo de una realidad que normalmente somos incapaces de ver y que aflora únicamente en determinadas y puntuales ocasiones. Quizá un día tengamos la respuesta final y por qué no, científica, para estos extraños hechos que parecen ocurrir en muchas carreteras del mundo. 

Carretera fantasma

Programa de Cuarto Milenio en donde se trata (entre otros temas) el fenómeno de las apariciones en carretera y un testigo de excepción relata en plató su experiencia al respecto.

Temporada 3 Programa 81

Programa de Cuarto Milenio en donde (entre otros temas) numerosos testigos cuentan sus experiencias en carreteras aledañas y en el propio y antiguo Camping de los Alfaques.

Temporada 8 Programa 304

Entrevista a Jesús Callejo sobre apariciones en carreteras y caminos en el programa de misterio La Lupa.

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Fuentes: Wikipedia, Cuarto Milenio, laradiodepapel.es, elaboración propia.

5 Comments on “Apariciones en carretera

  1. Buenas noches, quería colaborar con mi propia experiencia sobre el caso de las apariciones de la carretera de Lora del Río anteponiendo que no soy una persona obsesionada con los fenómenos paranormales, aunque alguna que otra cosa «extraña» he visto con mis propios ojos por lo que soy de la opinión de que nos queda mucho por conocer del mundo que nos rodea. Mi caso ocurrió hará unos 8 años. Venía solo en el coche de visitar a mi madre que vivía en Sevilla y me dirigía a Peñaflor donde se encontraba mi familia en casa de mi suegra. Era de noche y no había apenas tráfico. De pronto, al llegar al km. 19 de la A-457, después de pasar una curva a la izquierda señalizada con un cartel de peligro por salida de camiones y una vivienda en la que suelen exponer durante el día fruta para la venta, «algo» se me cruzó de derecha a izquierda de la carretera y no pude evitar su atropello. Por lo repentino de la aparición me fue imposible distinguir ese «algo», pero por el tamaño (alcanzaba la altura del capó del coche) supuse que era un perro grande, aunque me extrañó no oír ningún quejido ya que llevaba la ventanilla bajada. En cuanto pude di la vuelta y pasé muy despacio por el lugar del atropello sorprendiéndome al no ver ningún atisbo de éste. Volví a dar la vuelta otra vez para retomar mi camino y pasé esta vez más despacio observando las cunetas llegando incluso a pararme aprovechando que, como dije, no pasaban apenas coches. No encontré nada, ni huellas de sangre, ni animal muerto, nada. Decidí entonces proseguir mi camino convencido de que había atropellado un animal y, al no frenar sobre él, quizá sólo le había roto alguna costilla y había buscado refugio fuera de la carretera. De todos modos estaba deseando llegar a mi destino para comprobar los desperfectos del vehículo. Cuando llegué a Peñaflor, observé bajo la luz de una farola la parte delantera izquierda del coche y no encontré nada. Al día siguiente, ya con la luz solar volví a examinar el coche y ni un rasguño. Me extrañó mucho pero me quedé con la idea del animal atropellado. Aún así, durante los siguientes días al pasar por ese punto, miraba con atención a los lados de la carretera para no encontrar nada. Así hasta retornar a mi casa en Canarias que es donde resido. No volví a recordar el suceso hasta que vi el reportaje de Cuarto milenio. No voy a mentir diciendo que se me pusieron los pelos de punta pero sí me dio que pensar, ya que me fue imposible distinguir esa figura a pesar de ir muy despacio y con toda mi atención en la carretera. No digo que lo que me sucedió fuera algo paranormal, pero con una experiencia de más de 30 años de conducción por todo tipo de carreteras, he de decir que muy normal no fue la experiencia. Un saludo y gracias por la lectura de mi relato.

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