Hay un Ángel que se diluye en sombras, es la niebla que arrasa la melancolía del cementerio con el calor de una nocturnidad que peca de alevosía cuando se trata de enterrar su pasión en el mármol blando de tu piel. Hay un Ángel que es la tentación de los santos mártires, todos muertos por su causa para después, ser resucitados en brazos del deseo que ha poseído sus altares. Hay un Ángel que (cariño mío) se disfraza de demonio en el Carnaval de Venecia y vierte en tu vino tres gotas de su pócima magistral: Sangre, Deseo, Eternidad. Hay un Ángel…
You will be My Little Angel, Forever!!! ♥
Y tú el mío 🙂
en serio tio, genial! 🙂
Gracias tío! 🙂 A ver si puedo comentar en tu blog yo también que el otro día no pude.